Un sistema de gestión de la calidad se define como un sistema formalizado que documenta procesos, procedimientos y responsabilidades para lograr políticas y objetivos de la calidad.

Un SGC ayuda a coordinar y dirigir las actividades de una organización para cumplir con los requisitos normativos y del cliente, así como para mejorar su eficacia y eficiencia de forma continua.

La norma internacional que especifica los requisitos para los sistemas de gestión de la calidad es la ISO 9001:2015. No obstante, otras normas ISO pueden ser útiles para enriquecer el sistema de gestión de la calidad de una organización, como es el caso de la ISO/IEC 17025:2018.

Algunos de los beneficios de contar con un SGC son:

    Generar confianza en la organización entre los clientes.
    Cumplir eficazmente con regulaciones y coadyuvar en la provisión de productos y servicios.
    Definir, mejorar y controlar procesos.
    Prevención y detección de errores.